Barcelona mantiene hasta 1.131 terrazas de la covid y jubila por fin las barreras New Jersey

En SeñalConfor nos interesan las noticias en las que se mencionan las señales de tráfico. En este artículo de La Vanguardia nos informan de la «jubilación» de las barreras New Jersey

La ciudad suma 4.000 mesas más de las que tenía antes de que se declarara la pandemia

Barcelona se librará de aquí a pocas semanas de los últimos rastros de la pandemia en sus calles . El gobierno de la alcaldesa Ada Colau confía en que las últimas barreras de hormigón llamadas New Jersey sean retiradas a finales de abril. Entonces el Ayuntamiento habrá concluido el muy farragoso proceso administrativo destinado a determinar cuántas de las mesas y sillas autorizadas de manera extraordinaria para compensar las restricciones y nuevas costumbres que supusieron la irrupción del virus continuarían funcionando de manera definitiva. Muy pocos se esperaban que ordenar todo esto fuera a resultar tan complejo. Únicamente no perderse entre los números da fe de ello.

El plan era comenzar a retirar las New Jersey a mediados del 2022.

A mediados del 2020 el Consistorio implantó 3.668 terrazas excepcionales, de ellas 1.550 se situaron en cordones de aparcamiento, carriles de circulación, chaflanes… A finales del 2019 Barcelona tenía expedidas 5.704 licencias de terrazas que sumaban unas 25.800 mesas. En estos momentos hablamos de 6.375 permisos y de 29.800 mesas. Fuentes municipales matizan que de las 671 nuevas licencias 474 fueron autorizaciones excepcionales derivadas de la pandemia y 197 respondieron a solicitudes ordinarias. El Ayuntamiento también autorizó 657 ampliaciones de terrazas que ya estaban en funcionamiento. Entre nuevas terrazas y ampliaciones consolidadas la ciudad mantendrá 1.131. A la postre los restauradores barceloneses sumarán unas 4.000 mesas más que cuando sobrevino la pandemia. La mayor parte, todas las plantadas en las calzadas, quedarán en unos módulos bien dignos homologados por el Consistorio.

 

El Ayuntamiento espera retirar las últimas barreras de hormigón modelo New Jersey en un mes

El Ayuntamiento ya retiró 2.325 New Jersey y 5.550 sevillanas empleadas para flanquear estos veladores. Las fuentes también aseguran que el Ayuntamiento desmanteló nueve de cada diez terrazas provisionales.

La teniente de Urbanismo, la común Janet Sanz, se congratuló ayer de que Barcelona haya recuperado la normalidad mejorando la situación de los peatones, liberando espacio público, apostilló. La mayor parte de las terrazas extraordinarias consolidadas están instaladas en el asfalto. De este modo Barcelona se librará por fin de estos aires de ciudad sumida en un conflicto bélico, de una provisionalidad inédita. Cualquiera que haya viajado los últimos meses, que se haya acercado a Madrid, Bilbao, Sevilla, Granada, Palma u otras urbes donde también proliferan los veladores habrá comprobado que la situación de Barcelona devino inquietamente particular, que allí hace mucho que la pandemia se quedó sobre todo el recuerdo, que recuperaron la normalidad mucho antes.

Quizás por estas latitudes el tira y afloja protagonizado por el lobby de la restauración y las entidades que ven las terrazas como una fuente de molestias. Estos conflictos se manifiestan principalmente en los distritos de Ciutat Vella y el Eixample. La teniente de alcalde de Urbanismo aseguró también que el criterio municipal al respecto fue siempre el mismo, la ordenanza municipal de terrazas. Pero también es verdad que aún con la mascarilla puesta todo el rato el gobierno de Colau proclamaba sin ambages que las nuevas terrazas plantadas en las calzadas vinieron a Barcelona para quedarse, y que más tarde, a medida que la urbe recuperaba el pulso y por ende sus viejos problema, la postura del ejecutivo municipal se antojó más estricta. De hecho, el mismo Gremi de Restauració, que hace pocos meses denunciaba airado una denegación masiva de las solicitudes de renovación presentadas, celebró ayer que al final impere “el sentido común”.

El retraso en la retirada final de las New Jersey respecto a las previsiones municipales responde en buena parte a que el Ayuntamiento no calibró la verdadera magnitud del trabajo administrativo que implicaba. Además, no pocos restauradores respondieron con un tropel de alegaciones a muchas de las denegaciones dictadas por el Ayuntamiento en Ciutat Vella y el Eixample, extremo que no hizo otra cosa que ralentizar aún más este proceso.

 

Las terrazas en calzada

 

Una solución dudosa

El despliegue de las terrazas dispuestas en calzada cayó en el 2020 como un maná sobre una restauración angustiada por las restricciones. Pero luego, poco a poco, lo de servir tapas, cañas y cortados junto al humo y el ruido del tráfico resultó un tanto quimérico. Entonces 1.550 negocios dispusieron veladores en esta condiciones. De ellos 550 siquiera pidieron renovarlo. Una vez la normalidad convirtió la pandemia en un recuerdo mucha gente comenzó a darle la espalda a estas terrazas. Además, el Ayuntamiento rechazó 426 solicitudes de consolidación al entender que no se ajustaban a los criterios de la ordenanza de terrazas. El Gremi de Restauració de Barcelona entiende que la interpretación municipal de la norma fue muy estricta.

https://www.lavanguardia.com/local/barcelona/20230315/8825751/barcelona-mantiene-1-131-terrazas-covid-jubila-new-jersey.html

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