El reto de reducir peajes y costear las carreteras

La eliminación de un plan de pago por uso tensiona los presupuestos públicos

Según esta noticia aparecida en La Vanguardia, El ministro de Transportes, Óscar Puente, proclamó esta semana cuál es la hoja de ruta del Gobierno central en materia de carreteras: “Acabar con los peajes cuando se han acabado las concesiones” de las infraestructuras. Esta decisión, reconfigurada durante la negociación de la agenda de los fondos europeos, convierte a España en un lugar muy diferente al resto de los países del entorno, empezando por Francia y Portugal. En la red nacional de vías rápidas, circular es prácticamente gratis, salvo algunas pocas autopistas, lo que implica un reto aún mayor: cómo sufragar la conservación de esas infraestructuras en el medio y el largo plazo. Solo hay una opción: el presupuesto ­público.

El Ejecutivo cambió en el último año su estrategia en materia de transporte por carretera. Durante buena parte de la pasada legislatura, el Ministerio de Transportes avanzó en la implantación de un modelo de peajes que buscaba, principalmente, que los conductores colaboraran en el mantenimiento de la infraestructura por la que circulan, lo cual restaría tensión a las cuentas públicas, y desincentivar un medio de movilidad, el del vehículo privado, para impulsar el transporte ferroviario. Así lo acordó el propio Gobierno con Bruselas y quedó plasmado en el Plan de Recuperación. Se avanzó en un proyecto de Ineco con KPMG, y las constructoras y las concesionarias vislumbraron un negocio emergente. Pero la situación económica y la inflación provocaron un cambio de planes. España renegoció con Bruselas, y el nuevo modelo de peajes quedó descartado.

De la red estatal únicamente una docena de vías rápidas cuentan con peaje. Además, en Catalunya quedan la C-16 y la C-32, de titularidad autonómica

La medida supone un alivio para el bolsillo de los ciudadanos, pero implica que el coste de la conservación de las carreteras seguirá recayendo en los presupuestos públicos. Seopan, la patronal de la construcción, cifra el déficit inversor en 18.000 millones. Iván Sánchez Saugar, socio responsable del sector de administraciones públicas de PwC Transacciones, destaca que, en efecto, la decisión de ir levantando las barreras de los peajes supone unas limitaciones: “El presupuesto no es flexible y puede generar una carencia importante de mantenimiento”. La solución no es sencilla, las cuentas públicas no son infinitas, pero el asfalto requiere una conservación continua. Es el reto del Gobierno para los próximos años.

Oscar Puente fijó las líneas maestras de la dirección general de Carreteras: “La carretera ha de entenderse como palanca para contribuir a la sostenibilidad y la mejora de las condiciones de vida de los ciudadanos, ya que tiene impacto en las ciudades, vertebra el territorio y condiciona la vida diaria del usuario”. Habló de “un cambio de paradigma” para “transitar de una gestión centrada principalmente en el desarrollo de nueva infraestructura a una gestión más orientada a la innovación y a la prestación de un servicio público de calidad de la infraestructura existente”. Es decir, Transportes considera que no es necesario construir sin parar más kilómetros de carreteras sino mejorar las existentes. Esto no implica que no vaya a haber nuevas actuaciones, pero sí se van a identificar proyectos prioritarios.

En SeñalConfor nos preguntamos cómo se solucionará, o mejor dicho, de dónde vendrá el dinero que financiará la conservación de carreteras y autovías, SeñalConfor vende señales de tráfico y contribuye en la señalización de carreteras y autovías para aumentar la seguridad vial

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